Este año coincide la Semana Santa de los cristianos católicos y protestantes con la de los ortodoxos por lo que fieles de diversas confesiones cristianas siguieron la procesión.
Entre rezos en diversos idiomas y cánticos una gran cruz transportada por varios hombres recorrió el trayecto entre la Iglesia de la Condena, en la Vía Dolorosa, cerca de la Puerta de los Leones, y el Santo Sepulcro, el lugar donde según la tradición se enterró a Jesús.
Peregrinos de todas partes del mundo han llegado estos días a Jerusalén para seguir las celebraciones religiosas de Semana Santa, que han coincidido también con la Pascua judía.
"He venido para conocer toda la ruta de Jesús. Empecé en Tiberíades, luego fui a Nazaret y donde estaba la primera iglesia de San Pedro, me interesa conocer toda la ruta de Jesús hasta su muerte", explicó a Sputnik Maribel García, una peregrina llegada desde Costa Rica.
"En Jerusalén puedes sentir algo espiritual que es muy difícil de explicar pero sabes que es divino", señaló la costarricense.
En la misma procesión, que se desarrolló de forma pacífica entre fuertes medidas de seguridad, participó la mexicana Claudia García.
Esta peregrina planificó su Semana Santa en Jerusalén, donde llegó tras visitar Jordania y Egipto.
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"Estar aquí es una oportunidad única, ayer tuve la fortuna de asistir a tres lavatorios de los pies en diversas iglesias. Fue muy emocionante", contó Claudia a Sputnik.