"Esta oposición moderada no existe. La oposición que existe es una oposición yihadista en el sentido tergiversado de la Yihad, por supuesto", dijo Asad en una entrevista con el periódico croata Vecernji List.
"Es por eso que prácticamente no podemos alcanzar ningún resultado real con esta parte de la oposición", apuntó Asad al mencionar que "durante las negociaciones de Astaná comenzaron sus ataques contra las ciudades de Damasco y Hama y otras partes de Siria, repitiendo el ciclo del terrorismo y el asesinato de inocentes".
Para Asad, "estos grupos terroristas están vinculados a las agendas de los países extranjeros", en particular las de Arabia Saudí, Turquía y Occidente.
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El presidente de Siria, Bashar Asad, estima en más de 100.000 el número de los terroristas que siguen combatiendo en su país.
"Cuando hablamos del número de terroristas en Siria, ciertamente estamos hablando de cientos de miles, por lo menos más de 100.000. Por supuesto, van y vienen, y algunos mueren en combates, pero nuestra estimación es esta", dijo Asad.
El mandatario sirio rehusó aventurar la cifra de yihadistas llegados de los Balcanes, alegando la imposibilidad de controlar la frontera con Turquía a cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, tildó de "criminal" por crear "todas las condiciones necesarias para apoyar y fortalecer la presencia de esos terroristas en Siria".
Sus nacionalidades para Asad no importan tanto porque "los terroristas ven el mundo entero como una arena única, no se preocupan por la dimensión nacional ni por las fronteras políticas".
Ademas Asad declaró que el Gobierno sirio no coopera con Francia y otros países europeos porque apoyan al terrorismo.
"No puede haber una colaboración en el ámbito de seguridad habida cuenta de que Europa o varios países europeos respaldan ampliamente el terrorismo", dijo.
"Es necesario que (estos países) cesaran por completo toda asistencia a los terroristas", insistió.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la Organización de las Naciones Unidas.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas proscritas en Rusia y otros países.