Los militares rusos entregaron a miles de desplazados del campo de Manbij productos alimenticios, en particular, azúcar, conservas de carne y té.
"Intentamos mostrar (…) que Rusia no está aquí para conquistar algo, para oprimir, sino para prestar ayuda a Siria y a su gente, todos los que necesitan esta ayuda deben recibirla", dijo Rachuk.
Asimismo, señaló que los desplazados que se instalaron en el campo ya empezaron la siembra y la cría de ganado.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado que ha dejado entre 300.000 y 400.000 muertos, según datos de la ONU.
Las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambas proscritas en Rusia y otros países.