"En el contexto del debate de la situación sobre el terreno, se abordó la necesidad de realizar operaciones internacionales de desminado en Siria con la posible participación de estructuras especializadas y fondos de la ONU", revela un comunicado que aparece en el portal oficial de la Cancillería rusa.
El documento indica que De Mistura valoró altamente el aporte de Moscú a la solución del conflicto en el país árabe, en particular, en el marco de los encuentros de Astaná.
Moscú subrayó la importancia de que los esfuerzos de los mediadores en Siria se llevaran a cabo siguiendo estrictamente los principios de la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Otro problema que sigue vigente es la separación de los grupos opositores moderados de los bandos radicales, así como la presencia de los representantes de todos los grupos de la oposición, incluidos los kurdos, en las negociaciones de paz.
"Se discutieron las perspectivas del proceso constitucional en Siria, basado en la búsqueda de un consenso entre los diferentes grupos y la vigencia de un enfoque laico del carácter del Estado", señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.