"Insistimos en que la ONU debe trabajar más activamente con los combatientes que bloquean los enclaves chiíes de Fua y Kefraya, todavía se enviaron misiones de evaluación de la ONU para determinar la situación real, y esperamos que la ONU negocie con los combatientes para lograr un acceso para esta misión ", dijo.
"El suministro de ayuda humanitaria a estas cuatro ciudades es una prioridad para Rusia, incluido desde el punto de vista de la necesidad de fortalecer la confianza entre las partes del conflicto", declaró Borodavkin.
Agregó que "esta operación mostró la eficacia y la relevancia de las negociaciones sirias en Astaná y Ginebra y que los Estados claves de la región habían podido dejar de lado sus discrepancias políticas para ayudar a los civiles".
Precisó que los representantes de Irán y Turquía también contribuyeron a la operación.
En particular, Turquía "ayudó a contactar con los comandantes (de los radicales) en la gobernación de Idlib", donde se encuentran Fua y Kefraya.