"Nuestros socios occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU dispuestos presuntamente a luchar contra el terrorismo, —de lo que hablan regularmente— actúan fuera de la lógica y el sentido común, bajo distintos pretextos evitan condenar los atentados en Siria", dijo Zajárova a los periodistas.
Resaltó que "gracias al régimen del cese de los combates establecido en Siria, los garantes del cual, quiero recordar, son Rusia, Irán y Turquía, se logró bajar considerablemente el nivel de violencia en ese país".
Hablando de le oposición armada, constató que "el rechazo a negociar solo revela la falta de voluntad de resolver los problemas, que toda la comunidad internacional lleva años intentando solucionar".
"Los motivos esgrimidos por sus dirigentes son absolutamente inaceptables y no son convincentes", apuntó.
La diplomática aseguró que la decisión de no participar en estas negociaciones fue impuesta desde el exterior, y calificó la negativa a acudir a las consultas de "golpe" al proceso de paz de Astaná y de Ginebra.
Delegación rusa: localizar a Daesh y Al Nusra es la prioridad de las consultas en Astaná
La funcionaria expresó que no hay duda "de que los terroristas de Daesh, Frente al Nusra y las organizaciones y grupos extremistas afiliadas y la oposición armada siria disponen no solo de sustancias industriales químicas tóxicas, como cloro, sino también de armas tóxicas como gas mostaza y sarín".
"Gracias al régimen del cese de los combates establecido en Siria, los garantes del cual son Rusia, Irán y Turquía, se logró rebajar considerablemente el nivel de la violencia en ese país", dijo.
Añadió que "las violaciones de la tregua tienen carácter limitado".
"El régimen del cese del fuego garantizó la posibilidad de concentrar los esfuerzos principales del Ejército sirio en la lucha contra Daesh", dijo Zajárova al referirse al grupo terrorista autodenominado Estado Islámico y proscrito en Rusia.
Sin embargo, la portavoz declaró que los socios occidentales de Rusia evitan condenar los atentados que se perpetran en Siria.
"Nuestros socios occidentales en el Consejo de Seguridad de la ONU dispuestos presuntamente a luchar contra el terrorismo –como dicen con regularidad–, actúan sin lógica, ni sentido común y bajo distintos pretextos evitan condenar los atentados en Siria", dijo Zajárova a los periodistas.
Hablando de Irak, Zajárova indicó que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia está indignado por el silencio que guardan los medios occidentales y las ONG internacionales ante lo que está ocurriendo en Mosul.
El 10 de marzo pasado la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cifró en más de 215.000 el número de civiles iraquíes desplazados por la operación para liberar Mosul, que se desarrolla desde mediados de octubre de 2016.
Asimismo, la portavoz afirmó que es "reconfortante" que diferentes estructuras extranjeras muestren su disposición a participar en la reconstrucción de la ciudad siria de Palmira.
"El daño real causado todavía está por calcular, pero resulta reconfortante que numerosas organizaciones internacionales hayan mostrado su disposición de participar en la reconstrucción de Palmira y de sus monumentos históricos", aseguró la diplomática.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.
Rusia, Turquía e Irán son países garantes de la tregua en Siria, vigente desde finales de diciembre de 2016, y promotores de las negociaciones sirias cuya tercera ronda concluyó el miércoles en la capital de Kazajistán, Astaná.