Las FDS, compuestas principalmente por combatientes kurdos y también por milicias árabes, actúan con el apoyo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Más temprano Ankara exigió que las formaciones kurdas, que considera una organización terrorista vinculada con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía, abandonen la ciudad y se aparten a la costa oriente del río Éufrates.
En agosto pasado, Turquía lanzó la operación militar Escudo del Éufrates contra el grupo terrorista Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) en Siria.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que la operación tiene como objetivo limpiar de terroristas un territorio de 5.000 kilómetros cuadrados y crear una zona de seguridad para la acogida de refugiados.
El lunes pasado un asesor del presidente turco, Ilnur Cevik, dio a entender que la operación podría concluir tras la toma de Manbij, ciudad que, según él, está controlada casi por completo por las milicias del PKK.