La policía examinó su pasaporte, se lo llevó y le informaron de que no podía entrar en Egipto. La intervención de representantes de la Liga Árabe e incluso autoridades egipcias no sirvió de nada y Rajub tuvo que regresar a Amán.
El representante de Fatah voló a Amán y de allí fue a Ramala, en Cisjordania, por carretera.
Personas de su entorno señalaron que se trata de un intento ilegítimo de las autoridades egipcias de mandar un mensaje al liderazgo palestino.
La relación entre Egipto y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) se tensó recientemente por la negativa del presidente palestino, Mahmud Abás, a llegar a un acuerdo con Mohamed Dahlan, antiguo líder de Fatah a quien Abás expulsó del movimiento tras acusarlo de haber matado al líder palestino Yaser Arafat.
Rajub y Dahlan, que mantenía muy buenas relaciones con el antiguo régimen egipcio de Hosni Mubarak, están enemistados desde hace años; el primero acusa al segundo de espiar para Israel.