"En la segunda mitad de 2016, la combinación tóxica de las amenazas de deportación y abusos policiales empujó a abandonar el país a unos 365.000 de los 1,5 millones de refugiados afganos registrados, así como a más de 200.000 del millón de afganos no documentados", dice un informe de HRW.
El informe dice que el número de los refugiados afganos en Pakistán se redujo de 2,5 millones a finales de 2015 a 1,9 millones a finales de 2016.
HRW llamó a la ONU a presionar Pakistán para poner fin a los abusos y proteger a los 1,1 millones de refugiados afganos que permanecen en Pakistán y permitir a los no registrados, estimados en 750.000, buscar protección.