Los cuadernos estaban en un túnel al sureste de Mosul. Allí se asentaron los terroristas, convirtiéndolo en un lugar donde enseñar su visión radical y sesgada del islam, además de tácticas de combate y manejo de armas. Los yihadistas denominaban a los novicios 'los niños del Califato'.
Los protagonistas de los dibujos son los terroristas de Daesh —autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países—, que han sido plasmados participando en combates y disparando diferentes armas. Al parecer, los dibujos formaban parte del proceso 'educativo'.
En uno de ellos puede verse una mezquita sobre la que ondea la bandera del grupo terrorista, mientras que en el cielo vuelan dos helicópteros de la coalición internacional contra el terrorismo.
En otro cuaderno más había pintado un vehículo terrorista que tenía instalada una ametralladora. En las hojas finales de otro hay un rezo en el que un niño le pide a Alá que le otorgue el don del conocimiento.
En los distritos de la provincia de Nínive controlados por los terroristas, los pequeños no tienen la posibilidad de ir a la escuela desde hace ya dos años.