Muchos de los residentes han comprado servicios de generadores para combatir el frío.
Los cortes han sido frecuentes desde que Hamás se hizo con el poder en la Franja hace una década.
El servicio de electricidad acostumbraba a estar disponible entre seis y ocho horas, al día, pero desde hace un par de meses no dura más de dos o tres horas al día y ni siquiera hay garantías de que dure tan poco.
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Esta situación ha conducido a que las protestas se multipliquen y varias facciones palestinas han advertido que la situación puede explotar si el problema no se resuelve pronto.
También creen que es precisa una movilización de la comunidad internacional para hallar una solución debido a que el bloqueo de la Franja por parte de Israel es un problema internacional.
En Gaza hay una planta eléctrica que produce 120 megavatios pero las necesidades de la Franja se elevan a 600 megavatios.
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La situación es más grave desde hace algunas semanas puesto que la planta no recibe el combustible necesario para hacerla funcionar.
