Tres investigadores se personaron en la residencia de Netanyahu, en el centro de Jerusalén. Según el medio, el político rechazó todas las acusaciones. El interrogatorio se extendió durante tres horas.
El primer ministro israelí y su familia podrían haber recibido regalos y otros beneficios por parte de diversos empresarios. El valor de estos favores ascendería a miles de nuevos séqueles —la moneda del país hebreo—.
La Policía sostiene que numerosos testigos en Israel y otros países, entre ellos el amigo del primer ministro Ron Lauder, han acusado a Netanyahu de estar implicado en este escándalo.
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De acuerdo con el periódico Haaretz, Lauder confirmó que había hecho varios regalos a Netanyahu y había pagado un viaje al extranjero de su hijo Yair.