"Los libros de historia recordarán el 29 de diciembre de 2016 como la fecha en la que una Siria castigada obtuvo la oportunidad histórica de acabar con la guerra sangrienta y cruel y entrar en la época tan esperada de la reconciliación nacional", declaró el presidente del Consejo de Muftíes, Ravil Gaynutdin.
Al mismo tiempo Gaynutdin destacó "el papel fundamental" del presidente ruso, Vladímir Putin, que "puso en marcha el mecanismo de una solución real de la crisis siria" al incluir a los jefes de los Estados regionales en este proceso y al crear una plataforma eficaz para las consultas.
"No hay dudas de que el fin de la guerra civil en Siria es necesario también para aniquilar por completo la guarida de los terroristas en Siria y en Irak", señaló Gaynutdin al expresar la confianza en que los países de la región, con la mediación de Rusia, superen el periodo de zozobra e inquietud en todo Oriente Próximo.
La víspera el presidente ruso anunció la firma de tres documentos, entre ellos un acuerdo de alto el fuego en Siria, logrado entre el Gobierno y los rebeldes, el conjunto de medidas sobre el control del armisticio y una declaración sobre la disposición para las negociaciones de paz.
El alto el fuego no se extiende a los grupos terroristas Daesh (autodenominado Estado Islámico) y Frente al Nusra, proscritos en varios países, incluido Rusia.
El conflicto sirio, en el que desde 2011 el Ejército gubernamental se enfrenta a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, ha provocado entre 300.000 y 400.000 muertos, según altos cargos de la ONU.