Así como pasó en Mosul, el grupo yihadista actúa como un misil teledirigido, solo que en vez de proyectiles usa terroristas suicidas. Por lo tanto, al liberar Al Bab, el Ejército otomano tiene que aprender las lecciones de la operación de Mosul, destaca el experto.
"Además, hay otro punto importante: el Ejército Libre Sirio es una fuerza muy cuestionable en términos de fiabilidad. Si en algún momento 'se evapora', y puede pasar, el Ejército turco se quedará solo para luchar contra Daesh", sugirió Gurcan.
A su juicio, esta caótica tormenta se intensificará aún más después del 20 de enero con la investidura del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, debido a que no se sabe cuál será la reacción estadounidense a las reglas del juego dictadas por Rusia.