El incidente ocurrió el pasado 29 de noviembre en la aldea de Shayalat al Imam y, según algunos testimonios, las fuerzas de seguridad iraquíes estaban en el lugar cuando milicianos de Hashad al Jabour ejecutaron de forma arbitraria a cuatro hombres, sin hacer nada para prevenir la matanza o castigar a los responsables.
"El asesinato de prisioneros en un conflicto es un crimen de guerra", subraya la ONG en su comunicado.
El Gobierno de Irak lanzó a mediados de octubre pasado una ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive y último baluarte de los yihadistas en el territorio iraquí.
En la operación, que cuenta con el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EEUU, participan las tropas regulares, las unidades de la policía federal iraquí y las milicias chiíes que deben expulsar a los terroristas de la localidad estratégica de Tal Afar y cortar sus canales del suministro.