Según Lavrov, "lamentablemente, por lo visto bajo presión de nuestros colegas de Occidente la dirección de la organización se negó a cumplir una función tan elemental como esta, apelando a razones de seguridad".
El canciller ruso afirmó durante la conferencia de prensa convocada tras la reunión entre los Ministerios de Exteriores de Rusia y Bielorrusia que "en base a las pruebas recopiladas no quedan dudas de que se trata de sustancias tóxicas".
Lavrov señaló que los proyectiles fueron lanzados desde la zona este de Alepo, controlada por los terroristas.
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El jefe de la diplomacia rusa señaló que tanto Rusia como el Gobierno sirio garantizaban la seguridad de los expertos de la OPAQ, y la incapacidad de Occidente de garantizar la seguridad por parte de los rebeldes es una muestra más de que no tiene control alguno sobre estas formaciones militares.
