La agencia palestina de noticias Maan informó de que el director del complejo de la Mezquita de Al Aqsa, el jeque Omar al Kiswani, explicó que las autoridades israelíes entraron en el cementerio de Bab al Rahma —junto al muro este de la ciudad vieja de Jerusalén— y demolieron seis tumbas y destruyeron lápidas.
No obstante, Al Kiswani aseguró que existen documentos oficiales que demuestran que las tumbas demolidas pertenecían a las familias Al Huseini y Al Ansari, dos de los linajes palestinos más conocidos y antiguos de Jerusalén.
Al Kiswani indicó que las autoridades israelíes llevan tiempo confiscando partes de los terrenos del cementerio y prohibiendo que los palestinos caven tumbas en esas áreas, que pretenden incluir en un parque turístico que rodeará la ciudad vieja.