En Irak se encuentran actualmente medio millar de 'bersaglieri' (cuerpo de infantería de élite del Ejército italiano) con el fin de impedir que, al dejar Mosul, los integrantes de Daesh —grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países— destruyan una presa en el río Tigris que se encuentra a 35 kilómetros del frente. Su destrucción podría desencadenar una catástrofe hidrogeológica a gran escala.
En cuanto a Libia, en noviembre del año pasado, el Parlamento del país europeo dio permiso para enviar una división militar al extranjero como parte de la misión internacional en apoyo del Gobierno libio de Fayez al Sarraj. Se suponía que la misión sería por un tiempo limitado, pero esos límites no se conocen, informó il Giornale.
La información sobre la participación de las tropas italianas en las operaciones fuera del país era casi un secreto de Estado y fue The Huffington Post quien lo puso negro sobre blanco por primera vez, publicando un documento secreto del Comité Parlamentario para la Seguridad del Estado (Copasir).
El tiempo pasa y los militares transalpinos continúan en una misión extranjera, pero el primer ministro, Matteo Renzi, no considera necesario coordinar las operaciones militares con el Parlamento de su país.