"La operación en Alepo es inaceptable, al igual que el hecho de que Rusia la esté cubriendo", dijo el canciller.
Gentiloni destacó que no pudo conseguirlo debido a la postura de Moscú, que insistió en la necesidad de separar a los terroristas de la oposición, respaldada por EEUU.
El ministro subrayó que los bombardeos de Alepo oriental se realizan "sin pensar, con una violencia sin precedentes".
"Estamos hablando de una ciudad de tamaño de Bologna, donde residen más de 300.000 personas y se ocultan 15.000-16.000 combatientes armados, pero de esta manera no se está realizando una guerra en su contra, sino una ciudad entera está siendo borrada de la faz de la Tierra", destacó.
Hablando de la postura rusa sobre Siria, Gentiloni calificó de "imprudente" el apoyo de Rusia al presidente sirio, Bashar Asad.
"Para Rusia relacionar su destino con el de Asad significa convertirse en enemigos de los suníes en el mundo árabe y no solamente allí", subrayó.
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El pasado 22 de septiembre Damasco reanudó su operación militar contra los radicales del Frente al Nusra —organización terrorista proscrita en varios países, incluida Rusia— y los grupos rebeldes en el este de Alepo.
La situación en Alepo sigue siendo tensa: los radicales continúan bombardeando los barrios residenciales y mantienen a civiles como rehenes.
Periodistas rusos bombardeados en la ciudad siria de #Alepo https://t.co/ptNb0QGyna pic.twitter.com/9EG9pPnj8N
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 3 de octubre de 2016
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que en el este de la ciudad permanecen atrapadas entre 250.000 y 275.000 personas que necesitan urgente protección y ayuda humanitaria.