"La mayoría de los países musulmanes que forman parte de la coalición anti-Daesh liderada por los EEUU son países del Golfo, y aliados tradicionales de los americanos. En este contexto, parece difícil ver a aliados tradicionales de los EEUU cambiar de bando y aliarse con Moscú, porque temen las consecuencias de este cambio", apunta el experto.
"Las alianzas políticas sobrepasan cualquier motivo, y eso explica cómo Rusia ha tenido que limitarse a la aprobación de su estrategia por parte de sus aliados tradicionales en Oriente Medio: Siria, Irán e Iraq", señala Mikaïl.
"Todo el mundo se toma en serio la lucha contra Daesh, pero no hasta el punto de poner el 'caso Daesh' delante de cálculos políticos o de consideraciones estratégicas", insiste el analista.
Rusia comenzó sus acciones militares en Siria el pasado 30 de septiembre. Esta operación consiguió aniquilar bastiones yihadistas, transportes petroleros, y apoyar al Ejército sirio.