El 19 de septiembre, una caravana de 31 camiones con ayuda humanitaria de la ONU y la Media Luna Roja de Siria fue bombardeada al noroeste de Alepo. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), unas veinte personas murieron como resultado de la agresión, y 18 camiones fueron destruidos. Después del ataque la ONU detuvo el envío de los convoyes humanitarios.
"Esta detención temporal no incluye una suspensión de las operaciones de la ONU dentro del país (incluidos los suministros a través de la frontera, programas regulares o entregas por paracaídas/aerotransportadas) como informan varios medios", dijo Swanson.
Agregó que "desde luego fue un golpe devastador contra las operaciones de ayuda en Siria y estamos desolados por la pérdida".
El ataque se produjo en el séptimo día de la tregua declarada en Siria en virtud de un acuerdo ruso-estadounidense, aunque el Ejército de Siria anunció el lunes que deja de acatar el alto el fuego debido a las múltiples violaciones del armisticio por los insurgentes.
El CICR calificó el ataque de flagrante violación del derecho humanitario internacional y advirtió que afectaría el trabajo de las ONG en Siria.