"Aviones de Rusia y Siria no realizaron ningún ataque al convoy humanitario de la ONU en la periferia suroccidental de Alepo", sentenció el portavoz militar.
El Centro ruso para la Reconciliación en Siria —indicó— realizaba el seguimiento del mismo con la ayuda de aparatos aéreos no tripulados y "el convoy atravesaba territorios controlados por los rebeldes".
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Además, informó, que los rebeldes eran los únicos que disponían de información completa sobre la ruta del convoy atacado en Alepo.
"Toda la información sobre la posición del convoy fue a disposición solo de los rebeldes que controlan estas regiones", dijo.
Tras estudiar los vídeos publicados por los activistas, el portavoz quiso dejar claro que no vieron ni rastro de impacto de proyectiles en la caravana.
"No se observan los cráteres correspondientes, los vehículos no presentan daños en el cuerpo ni fracturas de estructura que habría provocado la onda explosiva de una munición aérea", dijo.
Konashénkov añadió que todas las imágenes de vídeo apuntan a "consecuencias directas de un incendio del cargamento que, de forma extraña, habría empezado simultáneamente con una ofensiva a gran escala de grupos armados hacia Alepo".
El portavoz señaló que los Cascos Blancos de Siria, grupo de voluntarios que definió como "organización próxima al Frente al Nusra", podrían explicar quiénes y con qué objetivo habrían provocado el incendio porque sus representantes "como siempre casualmente estaban con las cámaras de vídeo en el lugar preciso y a la hora precisa".
