A los residentes se les obligó a destruir ellos mismos otras tres estructuras. Si las fuerzas israelíes las demuelen cobran los gastos a los afectados, pero si estos destruyen sus propias propiedades, no.
Las demoliciones, que se produjeron cerca de Jerusalén, dejaron sin hogar a al menos 28 personas, entre ellas 18 niños menores de 16 años.
Las excavadoras del ayuntamiento de Jerusalén, escoltadas por fuerzas militares, llegaron a Maazi Yaba, al este de la localidad de Yaba, y destruyeron estructuras de metal que se usaban como viviendas, para cobijar a las ovejas y como cocinas externas.
Un portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) confirmó la demolición de las once estructuras.
Un portavoz del Coordinador de las Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT) señaló que se habían demolido "estructuras ilegales" en un lugar donde ya se habían destruido anteriormente.