"Los aliados de Turquía atacan Alepo desde el sur y el sureste, y ahora han entrado desde el norte las fuerzas turcas que no pararán hasta llegar a Al Bab. Con ello, Alepo se verá atrapada en una tenaza y Turquía tendrá una baza para negociar de forma agresiva", djo Hedu a RIA Novosti.
Para Hedu, la operación militar turca marca "una tendencia negativa". Implicar a grupos como Nureddin al Zinki o Liwa al Sultan Murad, según él, es "sustituir a los terroristas de Daesh por otros".
Si Ankara realmente se propusiera combatir el terrorismo en vez de perseguir objetivos geopolíticos, continuó Hedu, coordinaría sus acciones con las fuerzas que se oponen a los terroristas sobre el terreno. "No sería difícil para Turquía, si lo quisiera, hacerlo de forma indirecta, con la mediación de Rusia", comentó.
Las fuerzas kurdas, a juicio de Hedu, se han convertido en "rehenes de acuerdos internacionales, que incluyen pactos entre Rusia, EEUU, Turquía e Irán".
"Las milicias kurdas son una fuerza importante en la lucha contra el terrorismo, pero no son lo suficientemente poderosas para oponerse a las grandes naciones", dijo el representante del Consejo Democrático de Siria.
Anteriormente, el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusolgu, insistió en que las milicias de kurdos sirios abandonen las zonas al oeste del Éufrates. El vicepresidente de EEUU, Joe Biden, dijo de visita en Turquía que Washington retirará su apoyo a los kurdos sirios, si no se pliegan a la demanda de Ankara.
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