"La cooperación de estos tres países puede facilitar y acelerar el proceso de restauración de la autoridad del Gobierno legítimo de Siria, así como evitar la desintegración del país y, además, llevar a la expulsión de los terroristas", dijo citado por la agencia IRNA.
Siria vive desde 2011 un conflicto armado que se ha cobrado más de 250.000 vidas, según el último balance oficial de la ONU.
Las fuerzas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas, entre ellas Daesh (o Estado Islámico) y el Frente Fatah al Sham (antiguo Frente al Nusra), ambas proscritas en Rusia y otros países.
El 27 de febrero de 2016 en la nación árabe entró en vigor un alto el fuego acordado por Rusia y EEUU y avalado por el Consejo de Seguridad de la ONU.