El asesinato masivo se produjo en la ciudad de Hawija, controlada por los terroristas de Daesh, autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países.
"Los datos de la inteligencia muestran que el número de víctimas de la matanza de Daesh contra los civiles en Hawija es de 85 personas, entre los cuales figuran mujeres y niños", dijo el comandante de los milicianos, Jabar al Maamouri.
Indicó que los extremistas siguen reteniendo en calidad de rehenes centenas de familias y llamó a todas las fuerzas en Irak a preparar lo más pronto posible una operación para liberar la ciudad.
Previamente, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) indicó que los combatientes de Daesh capturaron a unos 3.000 desplazados internos que intentaban abandonar Hawija y sus cercanías.