La medida fue apoyada por 346 de los 550 diputados.
La víspera el presidente turco Recep Tayyip Erdogan declaró un estado de excepción en el país por un plazo de tres meses para superar las consecuencias del fallido golpe militar, que Turquía vivió en la noche del 15 de julio.
La intentona se saldó con 232 muertos y más de 1.500 heridos, según datos oficiales, y fue seguida por una masiva campaña de detenciones.