Según un comunicado en la web del grupo, Turquía ha dejado de ser un país seguro para los turistas pero no son un objetivo para los Halcones de la Libertad de Kurdistán.
Once personas, incluidos seis policías, murieron y otras 36 resultaron heridas el martes como consecuencia de la explosión de un coche cargado con explosivos en el barrio de Beyazit, en el centro de Estambul.
Las autoridades turcas acusaron de ese atentado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), proscrito en Turquía por considerarse una organización terrorista.