Según informa este viernes el diario Junge Welt, el grupo parlamentario de La Izquierda recibió recientemente la respuesta escrita a una pregunta, presentada la semana pasada, sobre si Turquía utiliza "armas alemanas en la guerra civil turca", en referencia a la represión de la insurgencia kurda en el sureste del país.
A la pregunta de si Turquía está empleando tanques Leopard-1 de fabricación alemana para bombardear aldeas kurdas, la Cancillería federal respondió simplemente que "el Gobierno federal no tiene conocimiento de ello".
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A la pregunta de si el Gobierno alemán considera legal el bombardeo de artillería turco sobre Siria, el Ejecutivo respondió que "una valoración legal solo es posible con el conocimiento de todas las circunstancias de cada caso individual".
Varios partidos políticos y grupos de defensa de los derechos humanos reclaman desde hace años que Alemania ponga fin a la venta de armamento a Turquía, el cual, aseguran, es utilizado posteriormente por la Policía y el Ejército turcos para reprimir tanto a la población kurda como a miembros de la oposición, lo que supondría una violación de la normativa para la exportación de armas del país.
A finales de julio de 2015 el sureste de Turquía se sumió en una nueva espiral de hostilidades entre las fuerzas de seguridad y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).