"La lectura de la información de los esquemas de la memoria por el momento resulta imposible debido a daños internos; la comisión estudia la posibilidad de invitar a instituciones especializadas de investigaciones científicas de Rusia, que dispongan de la posibilidad de extraer esta información directamente de los cristales del microesquema", explicó.
"Se ha establecido que 13 de los 16 microesquemas han sido destruidos", afirmó el funcionario.
Para llevar a cabo la decodificación de los datos de la caja negra del Su-24, con el uso de especialistas externos se requerirá de mucho tiempo, señaló Bainétov.
"Para realizar este trabajo, lamentablemente, se necesitará un tiempo bastante largo, se hará todo lo posible para su cumplimiento exitoso", expresó.
Los observadores internacionales, presentes durante el proceso, no han expresado objeción alguna respecto al trabajo realizado con las cajas negras del Su-24 derribado en Turquía, señaló Bainétov.
"Los observadores internacionales no cuestionaron en ningún momento nuestro trabajo", informó.
El pasado 24 de noviembre un bombardero ruso Su-24 fue derribado por un misil aire-aire turco mientras regresaba a su base tras bombardear objetivos terroristas en Siria.
Turquía insiste en que el avión ruso violó su espacio aéreo, mientras que Moscú lo desmiente y afirma que la aeronave en ningún momento cruzó la frontera ni amenazó a Turquía y fue derribada sobre territorio sirio.