El gabinete de seguridad, encabezado por el primer ministro, Benjamín Netanyahu, dejó claro en un comunicado que, a partir de ahora, "cualquier entidad o persona que pertenezca a esta organización, así como cualquier persona que preste sus servicios o actúe en nombre de la organización, estará cometiendo un delito y podrá ser encarcaleda".
Las autoridades también podrán confiscar todas las propiedades de la organización. El ministro de Defensa, Moshe Yaalon, firmó las regulaciones correspondientes.
"Durante años, la rama norte del Movimiento Islámico ha llevado a cabo una campaña mendaz de incitamiento bajo la premisa de "(la mezquita de) Al Aqsa está en peligro" que acusa falsamente a Israel de intentar dañar la mezquita de Al Aqsa y violar el statu quo (el acuerdo que establece el funcionamiento del recinto de la Explanada de las mezquitas).
El Movimiento Islámico "ha establecido una red de activistas pagados (murabitun / murabitat) para iniciar provocaciones en el Monte del Templo (nombre con el que los judíos designan a la Explanada de las Mezquitas)", señala la nota del Gobierno israelí.
"Estas actividades han llevado a que aumente de forma significativa la tensión en el Monte del Templo", al que los musulmanes denominan Haram al Shariff (Noble Santuario), considera el ejecutivo de Netanyahu.
"Una parte significativa de los últimos ataques terroristas se han cometido con el trasfondo de esta incitación y esta propaganda. Prohibir esta organización es un paso vital para mantener la seguridad pública y prevenir que se dañen vidas humanas", opina el Gobierno israelí.
"La rama norte (del movimiento), encabezada por el sheij Raad Salah, es hermana de la organización terrorista Hamás. Los dos movimientos mantienen una cooperación cerrada y secreta", señala el comunicado.
El grupo "pertenece al Islam radical y es parte del movimiento Hermanos Musulmanes. Los dos comparten una ideología extremista con un objetivo común: la destrucción del estado de Israel", según el Gobierno israelí.
Netanyahu indicó que su gobierno "continuará actuando como sea necesario contra la incitación y el terrorismo, y al mismo tiempo, seguiremos invirtiendo recursos para la mejora de los ciudadanos árabes y judíos".