"El EI liberó a 22 personas de nuestra comunidad", dijo a Ria Novosti al precisar que son en su mayoría ancianos y mujeres.
A finales de febrero, los yihadistas lanzaron una ofensiva contra varias aldeas asirias en la provincia de Hasaka capturando a más de 250 cristianos.
Decenas de ellos fueron asesinados, y sus casas e iglesias saqueadas y quemadas.