Al comentar la racionalidad de una intervención militar en Libia por parte de los países árabes, Qweri explicó que "no nos hacen falta las tropas, es preciso levantar el embargo de armas".
Añadió que lo que necesita el país "es el armamento". "No queremos intervención", remarcó el ministro.
Tema: Atrocidades del Estado Islámico
Según Qweri, incluso en el caso de la injerencia por parte de los países árabes, hay diferentes opciones. "Tal vez, podamos aceptar la intervención de Egipto pero no de todos los demás países árabes", puntualizó.
Después de la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, Libia sigue sumida en una profunda crisis política.
Existe actualmente una dualidad de poder: por un lado, el Parlamento elegido en las elecciones generales con sede en Tobruk (este de Libia) y el Gobierno de transición dirigido por Abdalá al Thani; por otro lado, el Congreso General de la Nación de tendencia islamista con sede en Trípoli y el primer ministro elegido por este Congreso, Omar al Hasi.
Una serie de regiones de Libia no está bajo control de estas autoridades centrales.
Asimismo, actúan en Libia múltiples grupos armados entre los que se incluyen islamistas radicales.
Una parte de estos grupos juraron fidelidad al Estado Islámico, que controla territorios considerables en Siria e Irak y realiza ejecuciones públicas de rehenes.