Anteriormente el portavoz del Ministerio de Sanidad egipcio, Hossam Abdel Ghaffar, había informado que las heridas de Barakat no eran de gravedad.
Barakat sufría heridas graves en la nariz, el hombro, el pecho, el estómago y el hígado, según han informado fuentes del hospital Nozha, donde ha sido ingresado.
Un portavoz del Ministerio de Sanidad egipcio, Hosam Abdel-Ghaffar, ha explicado que el ataque ha herido a dos conductores, un civil y cinco miembros de las fuerzas de seguridad, según la policía egipcia.
La bomba, detonada por control remoto al paso de la comitiva del fiscal, contenía una gran cantidad de explosivos, según la policía, que ha acordonado el lugar del suceso.
El asesinato de Barakat, de 65 años, es el primer intento por acabar con la vida de una autoridad del país que consigue su objetivo desde que un golpe militar derrocó al presidente islamista Mohamed Mursi en julio del 2013.
Los jueces se han convertido en blanco de los islamistas que se oponen al presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, que lideró el golpe contra Mursi.
Sisi se ha reunido hoy con el ministro del Interior, Magdy Abdel-Ghaffar, tras el atentado y le ha instado a reforzar las medidas de seguridad y a encontrar a los autores del ataque.
El mes pasado, tres jueces y su conductor fueron asesinados por unos hombres que dispararon contra el vehículo en el que viajaban en la ciudad de Al Arish, en el norte de la península del Sinaí.
En marzo, estalló una pequeña bomba depositada en frente de la casa del juez Fathi Bayumi, que investigaba los casos de corrupción contra el depuesto presidente egipcio Hosni Mubarak y su ministro del Interior Habib el Adli; en la pared escribieron "un regalo por la absolución de El Adli".
