Hasta ahora, los soldados podían recibir permiso de un teniente coronel de su unidad para dejarse la barba, tras completar un periodo inicial de entreno. Ahora necesitarán la aprobación de un coronel que sea o el máximo responsable o el adjunto de uno de los 15 comandos donde sirven los soldados.
El abogado Lior Shtelzer, que representa a un grupo de soldados que ahora llevan barba por razones que no son ni religiosas ni médicas, ha escrito una carta al general Hagai Topolansky, el jefe del Directorio de Personal del Ejército israelí, pidiéndole que cancele las nuevas normas.
Shtelzer ha argumentado que los cambios en la normativa comportarán discriminación entre los soldados religiosos y los no religiosos y que la discriminación en base a la religión es ilegal.
“El Tribunal Supremo de Justicia decretó hace 18 años que la barba de una persona es parte de su identidad y de su honor, incluso si no es una persona religiosa, y por lo tanto, uno no puede discriminar entre una persona que se deja la barba o su estilo de vida religioso y la persona que se la deja por otras razones”, ha dicho Shtelzer.
Según el abogado, la disciplina militar no se ve perjudicada por la presencia de soldados religiosos con barba, por lo que sufrirá el mismo daño por la barba de un laico que de un religioso.
Shtelzer está esperando la respuesta de la Dirección de Personal antes de considerar sus próximos pasos, que podrían incluir una demanda a los tribunales.
La oficina del portavoz del Ejército israelí no ha hecho comentarios al respecto. Para luchar contra la nueva norma, se ha creado una página de Facebook que incluye imágenes de soldados hombres y mujeres con barba —real y falsa-, con el mensaje: "Libre Albedrío".