Según datos de inteligencia de EEUU, durante las últimas semanas Irak ha enviado a Tikrit cerca de 30.000 militares, dos tercios de los cuales pasaron entrenamientos dirigidos por el ejército iraní.
Además, Irak recibió municiones de origen iraní.
Una de las fuentes indicó que Iraq había recibido misiles de artillería Fajr-5, capaces de batir los objetivos a 75 kilómetros, y Fateh-110, con un alcance de 300 kilómetros.
Otra fuente reportó que Irak recibió modelos ligeramente modificados de los misiles.
Se desconoce la cantidad de misiles y lanzaderas suministradas.
Las fuentes afirman que el suministro de estos misiles se debe a la incapacidad de los disponibles en el ejército iraquí de batir los objetivos que circundaban la ciudad.
A su vez, los especialistas militares pusieron en duda la efectividad del uso de misiles durante la batalla por Tikrit y predicen un posible incremento de las víctimas civiles, ya que los combates contra los islamistas se realizan cada vez a distancias más cortas.
En 24 horas el ejército rodeó la ciudad por tres flancos y bajo la protección de la artillería y la aviación comenzó el ataque.
Tras el inicio de la operación, en la que participan cerca de 30.000 militares, las fuerzas del EI comenzaron a retirarse en dirección nordeste.
En caso de que las tropas iraquíes tengan éxito en esta dirección, el ejército podrá avanzar hacia la ciudad de Mosul, proclamada por los terroristas del EI capital de su califato.