"No queremos guerra, pero no la tememos (…) La resistencia en el Líbano no tiene nada que ver con las reglas de combate. Es nuestro derecho legítimo y legal luchar contra la agresión, donde ocurra y cuando ocurra", afirmó Nasrala.
Dirigiéndose al pueblo de Israel, dijo: "Si los israelíes piensan que la resistencia teme a la guerra, les digo hoy en la conmemoración de la muerte de los mártires de Quneitra y después del ataque de venganza de Shebaa, que no tememos a la guerra y no somos reacios a participar en ella si se nos impone".
Antes y después del discurso, que duró unos 90 minutos, se oyeron ráfagas de armas automáticas en Beirut, la capital libanesa.
"Ellos nos mataron a plena luz del día, nosotros los matamos a plena luz del día. Golpearon a dos de nuestros vehículos y golpeamos a dos de sus vehículos", explicó Nasrala.
Los bombardeos de respuesta del Ejército israelí mataron el miércoles a un soldado español de la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano (FINUL).
Nasrala, que no mencionó al soldado español, indicó que las amenazas del primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, en contra de las personas que llevaron a cabo el ataque en las Granjas de Shebaa indica que está evadiendo la confrontación militar y está tratando de localizarlos para asesinarlos.
"Los israelíes han descubierto en los últimos días de que sus líderes políticos y militares son amateurs", dijo y e hizo referencia a las próximas elecciones legislativas en Israel. La "locura" de este liderazgo se ha arriesgado a grandes peligros para el país, según Nasrala.
El líder de Hizbulá empezó su discurso señalando que el ataque contra el convoy de Hizbulá reveló "la unidad entre Beirut, Damasco y Teherán". Los mártires del ataque han reflejado una "fusión de sangre libanesa-iraní en territorio sirio, y la unidad de la causa y de la suerte de estos países", afirmó.
"Cuando la sangre una a Palestina, Líbano, Siria e Irán, avanzaremos hacia una era de la victoria", sentenció Nasrala.