El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se ha reunido hoy con el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, en Roma, para pedirle que vete el proyecto de resolución que los palestinos presentarán el miércoles —a través de Jordania- al Consejo de Seguridad de la ONU.
En el texto, los palestinos piden que se establezca una fecha límite —noviembre de 2016- para que acabe la ocupación israelí de los territorios palestinos y que se reconozca a Palestina como estado en las fronteras anteriores a la guerra de 1967.
Netanyahu no ha querido dar detalles sobre el contenido de su encuentro con Kerry, que ha durado tres horas. Pero sí ha explicado a la prensa al salir de la reunión que hace unos días telefoneó al presidente francés, François Hollande, para pedirle que frene otro proyecto de resolución, esta vez de París, sobre el conflicto israelí-palestino.
El texto francés, impulsado por el ministro de Exteriores Laurent Fabius, pretende establecer un período de dos años para que israelíes y palestinos negocien y lleguen a un acuerdo de paz.
El borrador estipula que el futuro Estado palestino se situará en las fronteras del 67, aunque contempla intercambios territoriales que puedan pactar israelíes y palestinos.
"Le dije a Hollande que pienso que este paso (presentar una resolución) es negativo y puede ser contraproducente", ha declarado Netanyahu. "Un paso así es contrario al acuerdo de paz, frustrará cualquier negociación futura y traerá una escalada (de la violencia)", ha dicho el primer ministro israelí.
"Hollande escuchó, y no quiero explicar lo que dijo, pero yo dije cosas muy claras", ha añadido Netanyahu, pero no ha querido contar si Kerry le ha asegurado que Washington vetará el proyecto de resolución de los palestinos.
El secretario de Estado de EEUU no ha querido comentar nada a los periodistas al salir de la reunión con Netanyahu.
"Lo que ahora está en juego es una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para intentar forzar a Israel a aceptar la creación de un Estado palestino unilateralmente y dentro de un período de tiempo", ha dicho uno de los responsables de la oficina del jefe del Gobierno israelí a periodistas israelíes que han viajado a Roma.
"La consistente política americana en los últimos 47 años ha sido oponerse a estos pasos unilaterales. No hay razón para que ahora cambie y esperamos que no lo haga", ha subrayado el responsable.
"El apoyo internacional a una medida unilateral como ésta abriría la puerta a que Hamás entrara en Cisjordania (…) y sería destructivo para Israel y los palestinos", ha recalcado la misma fuente.
"Se hacen demandas a los israelíes sin hacérselas a los palestinos y por eso nos oponemos a esta iniciativa", ha añadido.
La administración del presidente estadounidense, Barack Obama, está dividida respecto a qué política hay que seguir en relación a las resoluciones palestina y francesa.
Tras el fracaso de las negociaciones entre israelíes y palestinos que Kerry impulsó el verano de 2013, la administración de Obama parece más interesada ahora en evitar una nueva espiral de violencia que en intentar que las dos partes vuelvan a la mesa de negociaciones.
