El 28 de septiembre las fuerzas de seguridad de Arabia Saudí anunciaron la detención de diez personas sospechosas de crear una célula terrorista que, según Riad, recibía ayuda militar de Irán y se entrenaba en el territorio del país persa, en concreto en las instalaciones de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica.
"Las recientes acusaciones de representantes de Arabia Saudí contra Irán son una continuación de declaraciones infundadas y recurrentes de este país", comentó la noticia Jatibzadé en el canal de Telegram del Ministerio de Exteriores iraní.
A juicio del diplomático persa, "las autoridades saudíes dejaron de lado la sensatez política y (...) optaron por inventar acusaciones falsas contra Irán para emplearlas como un arma para desviar la atención de la opinión pública y ocultar sus fallos del pasado".