"Tenemos datos sobre más de 4.000 heridos, algunos de ellos son evaluados como graves, mientras que el número de muertos puede llegar a un centenar", dijo Katana a la cadena LBC.
Algunas de las víctimas continúan bajo los escombros de los edificios derrumbados, la organización aún recibe muchas llamadas sobre los muertos y heridos, bloqueados en edificios destruidos, añadió.
Asimismo Katana llamó a las autoridades libanesas a que trasladan a los heridos fuera de Beirut debido al hacinamiento de los hospitales.
El 4 de agosto en el puerto de Beirut se produjo una potente explosión, precedida por un pequeño estallido. Según estimaron sismólogos jordanos, la segunda explosión liberó una energía equivalente a la de un sismo de magnitud 4,5.
El gobernador de Beirut, Marwan Abboud, afirmó que las explosiones afectaron la mitad de los edificios de la capital libanesa.
El primer ministro del país, Hassan Diab, declaró que la explosión se debe al almacenamiento inadecuado de las 2.750 toneladas del nitrato de amonio durante seis años.