"Dado que Mahan Air lleva más de una década realizando los vuelos regulares de esta ruta y que la compañía siempre cumple con las leyes y regulaciones de aviación civil, este suceso se puede considerar como otro ejemplo de violación de las leyes por el régimen estadounidense", escribió la empresa en su canal de Telegram.
Ya que en aquellos momentos los pasajeros se podían quitar los cinturones de seguridad, varios de ellos, así como algunos tripulantes, sufrieron lesiones debido a un inesperado y brusco descenso y fueron llevados a hospitales tras el aterrizaje.
"Obviamente, como lo han anunciado funcionarios de la República Islámica, así como el organismo rector [Organización de Aviación Civil Internacional], se tomarán las medidas judiciales y legales necesarias a este respecto", dice el comunicado.
El pasado 23 de julio, los medios iraníes informaron que dos cazas estadounidenses F-15 se acercaron a un Airbus A310 de la compañía iraní Mahan Air que cubría el vuelo Teherán-Beirut y que varias personas resultaron heridas cuando el piloto de la aeronave realizó una maniobra peligrosa para evitar una colisión.
El portavoz de la Cancillería iraní, Abás Musaví, aseguró que Teherán tomará medidas políticas y jurídicas después de examinar todas las circunstancias del incidente.
A su vez, el Mando Central estadounidense (Centcom) afirmó que un caza F-15 de la Fuerza Aérea de EEUU escoltó un avión civil de Irán, aunque enfatizó que lo hizo a una distancia segura de 1.000 metros de acuerdo con las normas internacionales y se alejó después de que el piloto del F-15 identificara el avión iraní como un avión de pasajeros de Mahan Air.
Según el Centcom, el caza estaba en una misión aérea ordinaria en la zona de la base militar estadounidense de Al Tanaf en Siria.
Irán presentó una denuncia a la Organización de Aviación Civil Internacional por el acoso de la aviación estadounidense al avión de pasajeros.