Poco antes el canal Tolo News reportó que al menos 43 personas fueron trasladadas a un hospital después de que los atacantes detonaran un coche bomba a la entrada de la sede del Directorio Nacional de Seguridad (DNS) en la ciudad de Aybak e irrumpieran dentro.
Entre los heridos, según esta fuente, hay por lo menos tres niños y una mujer.
Alrededor de 70 empleados dentro del DNS murieron o resultaron heridos hasta el momento, según los insurgentes.
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, condenó el ataque perpetrado por los talibanes.
El mandatario afgano condenó enérgicamente el ataque "criminal e inhumano" calificándolo como "atentado terrorista que apunta a que los talibanes continúan insistiendo en la violencia y la continuación de la guerra", según el comunicado publicado en la cuenta de Twitter del palacio presidencial de Afganistán.
Ghani instó una vez más al movimiento Talibán a poner fin a las hostilidades, dejar de asesinar a los civiles de Afganistán, así como a "aceptar el llamamiento a la paz entre el Gobierno, el pueblo afgano y la comunidad internacional".
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
A finales de febrero pasado, EEUU y los talibanes firmaron en Doha un acuerdo que, además del recorte del contingente militar estadounidense en Afganistán, estipulaba la liberación de miles de prisioneros de ambos bandos para allanar el camino al diálogo interafgano.
Desde entonces, se ha logrado poco progreso en el proceso de paz, principalmente debido a las dilaciones en el intercambio de prisioneros.