Los expertos consideran que el país se halla en una segunda ola de contagios, después de que otras 532 personas fueran diagnosticadas con el virus.
Este es el peor dato que registra Israel desde hace dos meses.
Un total de 189 pacientes están hospitalizados debido al virus, mientras que el número de muertes no experimentó ningún cambio el 24 de junio y sigue en 308.
Ante el aumento de los casos diarios, funcionarios del Ministerio de Sanidad esperan que en los próximos días se produzca un fuerte incremento de pacientes, pudiendo llegar a los 1000 casos diarios la próxima semana.
"Estamos a punto de perder el control", dijeron al Gobierno expertos sanitarios.
La pasada noche el Parlamento votó la lectura preliminar de un polémico proyecto de ley que permitirá que los servicios secretos del Shin Bet hagan un seguimiento de los portadores del virus y de las personas que se exponen al virus.
El ministro de Defensa, Benny Gantz, ordenó el 24 de junio la apertura de varios hoteles para que sirvan a los pacientes para observar la cuarentena.
Por su parte, la Policía puso el 24 de junio 2.265 multas a personas que no llevaban la mascarilla.
