"El presidente Ashraf Ghani, a la luz de los recientes ataques en diferentes partes del país que causaron la muerte de decenas de civiles y miembros de las fuerzas de seguridad, ordena a las fuerzas afganas que cambien del modo 'defensivo activo' al 'ofensivo', y que reanuden los ataques contra el Talibán", declaró Ghani este 12 de mayo.
El presidente subrayó que hasta la fecha los talibanes han ignorado las repetidas llamadas al alto el fuego.
Hizo su declaración después de que cuatro ataques mortíferos sacudieran Afganistán.
Uno de ellos fue contra un hospital en Kabul y se saldó con 14 muertos; otro se produjo durante un funeral del exjefe de policía en la provincia oriental de Nangarhar, dejando al menos 24 fallecidos.
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico, prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.
El Gobierno afgano impuso el modo defensivo de la lucha contra los talibanes a finales de febrero cuando los representantes de ese movimiento acordaron reducir la violencia a cambio de un acuerdo de paz con EEUU, pero después de la firma del documento los ataques antigubernamentales se intensificaron.