"Hoy Oriente Medio hace frente al doble reto de brotes masivos de virus en las zonas de conflicto y perturbaciones socio-económicas inminentes. Ambas crisis pueden tener consecuencias humanitarias graves", señala el comunicado de Carboni difundido por el servicio de prensa del CICR este jueves.
Según él, en los países de la región donde hasta el momento continúan conflictos armados, millones de personas ya no tienen acceso a la sanidad, alimentos, agua y electricidad, así como carecen de medios de existencia, los precios de los alimentos crecieron y la infraestructura está destruida.
"Eventualmente el nivel de hambre, nutrición insuficiente, enfermedades crónicas y estrés relacionadas con los problemas económicos podrá crecer bruscamente", avisó el CICR.
En este contexto en el CICR llaman a la comunidad internacional a tener en cuenta las consecuencias socio-económicas de la pandemia para los países de Oriente Próximo y a garantizarles la seguridad alimentaria y la existencia de la gente.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica de pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo, el nuevo coronavirus infectó a más de dos millones de personas, provocando más de 139.400 decesos, según la Universidad Johns Hopkins (EEUU).