Se trata de un conjunto de demandas seculares que no tienen posibilidad de ser aceptadas por los aliados religiosos ultraortodoxos del primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, pero que fueron rápidamente aceptadas por la coalición de centro-derecha Azul y Blanco y su líder, Benny Gantz.
La primera fue garantizar una ayuda mensual de al menos el 70% del salario mínimo israelí para todos los jubilados que viven de pensiones.
El resto de demandas se refieren a cuestiones de religión y estado. El líder de Israel Nuestro Hogar exigió que el derecho a decidir si se permite que haya transporte público y se abran comercios en el día de descanso judío del Shabat se transfiera del gobierno a los municipios y consejos locales.
Otra demanda es la promesa de aprobar en un año, sin modificaciones, un proyecto de ley que regule el reclutamiento de estudiantes de las yeshivas (escuelas religiosas) para el ejército.
Este proyecto se aprobó en una primera lectura en la Knéset en 2018. Los partidos ultraortodoxos lo rechazaron de forma contundente.
Además pide que se permita que todos los rabinos de la ciudad supervisen las conversiones al judaísmo, una demanda a la que se oponen los ultraortodoxos porque temen que muchas personas vayan a rabinos liberales que imponen exigencias menos estrictas.
Gantz afirmó que aceptó las demandas de Lieberman inmediatamente. En un tuit que compartía una captura de pantalla de la publicación de Lieberman, el líder de Azul y Blanco escribió: "De acuerdo. Debemos avanzar".
Antaño aliado de Netanyahu –fue su ministro de Exteriores y de Defensa–, Lieberman ha estado en contra del primer ministro desde mayo de 2019, cuando se iniciaron las negociaciones para formar una coalición de gobierno tras las elecciones generales del 9 de abril.
Netanyahu acusó a Lieberman de frustrar la formación de un gobierno de derechas y unirse a la izquierda (aunque las posiciones políticas de Lieberman son de ultraderecha).
El exministro de Defensa pasó de obtener cinco escaños en la Knéset (Parlamento israelí), en abril, a conseguir ocho en las elecciones del pasado 17 de septiembre y 7 en las del 2 de marzo.
Lieberman se ha convertido en un crítico del primer ministro y ha dicho repetidamente que "la era de Netanyahu ha terminado".