"En la noche del 9 de febrero (...) el sistema de defensa antiaérea de la base aérea rusa de Hmeymim detectó y repelió dos ataques con vehículos aéreos no tripulados contra la base lanzados desde el territorio controlado por radicales en la zona de distensión de Idlib", dijo Borenkov.
El primer dron, que se acercaba desde el noreste, el fue derribado a unos dos kilómetros de la base, según Borenkov, mientras el segundo ataque, lanzado desde el noroeste, fue repelido a seis kilómetros.
Los militares rusos ya habían denunciado numerosos intentos de los terroristas de atacar con drones la base de Hmeymim, situada al sureste de la ciudad siria de Latakia.
Todos los ataques fueron frustrados por los sistemas de defensa antiaérea.
Idlib, de donde fueron lanzados los dos recientes ataques, forma parte de una de las cuatro zonas de distensión acordadas en mayo de 2017 durante las negociaciones en Astaná, tres de estas zonas pasaron bajo el control de Damasco en 2018.
La cuarta, que abarca Idlib y zonas de las gobernaciones vecinas de Latakia, Hama y Alepo, sigue fuera del control del Gobierno sirio, y la mayor parte fue ocupada por el Frente al Nusra (proscrito en Rusia).
A principios de enero en esa zona fue decretado un alto el fuego acordado por Rusia y Turquía.
Sin embargo, pese al armisticio, los grupos armados ilegales lanzaron una serie de ataques en la zona de distensión de Idlib que, según el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, provocaron desde el 9 de enero la muerte de centenares de personas, tanto militares como civiles, por lo que el Ejército sirio lanzó una contraofensiva contra los terroristas en el área.