"Inicialmente se persiguió el objetivo de derrumbar el Estado sirio usando instrumentos militares y políticos, pero Siria supo resistir, aunque a costa de grandes sacrificios, entonces ellos lanzaron una guerra económica para robar los medios de subsistencia a los ciudadanos de Siria", dijo.
El primer ministro constató que la mayor parte de lo que había creado Siria en los últimos 40 años quedó destruido por la guerra.
También informó que Siria necesita 3.000 millones de dólares al año para adquirir petróleo e importar cereales y afirmó que el país es capaz de "pagar las facturas", pese a los problemas que afronta.
La llegada de la ayuda de otros países se dificulta por las sanciones impuestas por EEUU y la Unión Europea, además una parte del país, aunque insignificante, sigue bajo el control de los terroristas.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las fuerzas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y grupos terroristas.
Las tropas sirias actualmente se encargan de eliminar los últimos focos de terrorismo que quedan tras la derrota de ISIS (autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países).
En la actualidad se promueven en primer plano las tareas de normalización política en Siria, de reconstrucción del país y el regreso de los refugiados a sus hogares.
