En septiembre, el Departamento de Estado comunicó que EEUU devolvería al Departamento del Tesoro unos 100 millones de dólares que habían sido destinados a un proyecto energético en Afganistán, y retendría otros 60 millones en asistencia al país asiático después de determinar que Kabul administra mal los recursos.
"Cuando el secretario [de Estado Mike] Pompeo describió las áreas de deficiencias, esto reflejó nuestra preocupación sobre lo que sigue siendo la corrupción endémica en Afganistán. Me complace que en un área que destacó el secretario veamos progreso por parte del Gobierno de Afganistán, y se pudo destinar 60 millones de dólares de asistencia", dijo Wells a la prensa.
La diplomática reiteró que la asistencia se suspendió debido a las preocupaciones sobre la transparencia del Gobierno afgano en la contabilidad y la gestión de finanzas.