"El territorio controlado por los terroristas sigue reduciéndose, el Gobierno sirio recuperó el control de una gran parte de la frontera con Turquía e Irak", dijo al reunirse con el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Geir Pedersen.
Lavrov también propuso abordar en Ginebra, donde funciona un grupo de trabajo sobre asuntos humanitarios, el problema de entrega de la ayuda humanitaria en Siria.
En opinión de Lavrov, se necesita acelerar al máximo las entregas de la ayuda humanitaria en Siria por los canales de la comunidad internacional y con el papel coordinador de las Naciones Unidas.
El ministro también habló del comité constitucional de Siria y pidió no dramatizar la falta de grandes avances en su labor.
"No hay que dramatizar el hecho de que a dos meses de la creación del comité constitucional no se lograran resultados grandiosos. Eso no se pensaba lograr", acotó el ministro de Exteriores ruso.
La portavoz de Pedersen, Jenifer Fenton, comunicó la víspera que el diplomático tenía previsto viajar a Damasco la próxima semana y que a su regreso sostendría una reunión informativa con el Consejo de Seguridad de la ONU.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de las Naciones Unidas, y la de Astaná (en la capital de Kazajistán, que a finales de marzo pasó a llamarse Nur-Sultán), copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán.
La decisión de crear un comité constitucional, que sesionaría en Ginebra y se dedicaría a preparar una reforma de la Carta Magna, fue el resultado principal del Congreso de Diálogo Nacional Sirio, que se celebró a finales de enero de 2018 en la ciudad rusa de Sochi.